Crítica a las políticas de Paradox Interactive

Juegos Linux - Logo de Paradox Interactive
Paradox Interactive es una desarrolladora de videojuegos asentada en el nicho de los juegos de estrategia económica y militar. En esta entrada quisiera lanzar una crítica a las políticas de Paradox Interactive por sus políticas abusivas en cuanto a DLCs y otros aspectos muy mejorables.

Paradox Interactive: luces y sombras

Paradox Interactive es una empresa desarrolladora de videojuegos sueca con una larga trayectoria en un nicho de videojuegos muy particular. Entre sus productos destaca la saga de Europa Universalis, Crusaders Kings o Hearts of Iron. Y, más recientemente, han iniciado algunos juegos que pudieran convertirse en sagas, como Imperator Rome o Stellaris. En este artículo quisiera arrojar una visión general sobre los juegos de esta productora y verter una crítica a las políticas de Paradox Interactive por sus políticas abusivas en cuanto a DLCs y otros aspectos muy mejorables.

Descripción general de los juegos de Paradox Interactive

Todos estos juegos tienen en común un modelo basado en la estrategia económica y militar, en una vista 2D isométrica, con un estilo pausado y lento que requiere de una atención constante en los detalles. Cada entrega presenta características muy peculiares y diferentes por su enorme complejidad en lo referido a sus diversas posibilidades. Debido a la presencia preeminente de la aleatoriedad, podría considerarse, hasta cierto punto, que sus juegos son la adaptación de juegos de mesa al introducir eventos que condicionan la evolución de la partida.

Los gráficos no son el elemento principal ni primordial de sus títulos. Están cuidados y cumplen el papel de ofrecer una interfaz lo más amena posible para meterse en el papel que nos toca en cada juego.

La jugabilidad es relativamente compleja, pero fácil de dominar si se invierte el tiempo suficiente en comprender las mecánicas de cada título. Se basa en menús ordenados que ofrecen información sobre personajes y objetos relevantes para el título en cuestión. En general, cuando uno se adentra en los juegos de Paradox Interactive, puede manejar con mayor facilidad los distintos lanzamientos de esta empresa sueca.

La música cobra una especial relevancia en este género. Los juegos de Paradox destacan por una banda sonora presente en cada esquina, enérgica y casi épica, siempre en consonancia con la temática y la ambientación de cada título. Ciertamente, sin música serían menos estimulantes y monótonos con el paso de las horas.

Juegos Linux - Los DLCs de Paradox Interactive - Crítica a Paradox Interactive
Todo jugador debiera enjuiciar aquellas malas acciones en que incurren las desarrolladoras. Los DLCs de Paradox Interactive son meros agregados de contenido recortado a sus juegos. Se vuelve importante exponer una crítica a las políticas de Paradox Interactive porque este tipo de estrategias son cada vez más usuales en la industria de los videojuegos. Si nos importa el futuro de los videojuegos en GNU/Linux, no podemos permanecer de brazos cruzados.

Las malas políticas de Paradox Interactive

El grave problema Paradox Interactive radica en sus políticas tan usureras. A diferencia de otras empresas con unas políticas algo más ajustadas, Paradox sigue el patrón de sacar un juego cada cinco o seis años —en un estado que podría considerarse de beta— y doparlo con una o varias extensiones o DLCs anuales.

Resulta comprensible que cada empresa tenga sus estrategias. Nadie duda que soportar un juego a lo largo de varios años implica un costo abismal. Sin embargo, cabe señalar que desarrolladoras como CD Projeck han demostrado que la calidad de un título es mucho más valiosa que la cantidad. El ejemplo de «The Witcher 3» nos recuerda que es ciertamente viable sacar un juego cada lustro y ganar dinero sin incurrir en prácticas deleznables.

Paradox Interactive goza de una comunidad que, a mi juicio, adolece de una permisividad excesiva. Me parece muy dañino, de cara a los derechos y garantías de los consumidores, que el comprador sea, a veces, tan complaciente y corra a comprarse cada pequeña adición que ya debería venir incorporada. Se da el caso de que, como ocurre con otras compañías, Paradox Interactive lanza al mercado juegos sin el suficiente desarrollo previo y van creándolo y modelándolo según las críticas y sugerencias de su comunidad.

Puntos positivos

  • Juegos punteros, sobresalientes y singulares dentro de su género.
  • Es una de las pocas desarrolladoras que lanzan juegos nativos para GNU/Linux.
  • Música épica y llamativa.
  • Altas posibilidades de modificaciones (moding).
  • Partidas muy entretenidas tanto de un jugador como en multijugador.

Puntos negativos

  • Malas políticas de DLCs. Demasiada ansia de lucro. Incluso los añadidos cosméticos son caros. Si uno va comprando todos los DLCs de salida, puede llegar a gastar hasta 1000€ en un mismo juego.
  • DRM en la mayoría de sus juegos, excepto en los vendidos a través de GOG.
  • Traducciones horrendas, incompletas, con anglicismos y calcos idiomáticos demasiado graves. Hasta los fans realizan mejores traducciones y, en algunos casos, se vuelve necesario aplicar parches no oficiales para amenizar la experiencia de juego.
  • Inconsistencia en la evolución de sus juegos y altibajos muy acusados entre nuevas versiones. Las actualizaciones vuelven a menudo incompatibles las partidas guardadas o incluso modifican intensamente el sistema de juego. Exigen un constante reaprendizaje de las mecánicas.
  • Cierta indiferencia ante los errores señalados, alta demora en la resolución de problemas significativos y casos de censura ante las críticas vertidas en sus foros.

Conclusión

Merece la pena conocer y probar sus juegos si todavía no lo has hecho. A pesar de sus defectos, ofrecen una jugabilidad muy distinta a lo conocido tanto en juegos triple A como en juegos independientes. Los juegos de Paradox Interactive son obras excelentes empañadas por malas políticas en cuanto su desarrollo, traducciones y lanzamiento de DLCs. Los consumidores, tanto aquéllos que conocen y usan GNU/Linux como los que no, deberían ser más conscientes de los riesgos inherentes al DRM y, por extensión, de la ética para con el software.